Aquellos que leéis mis artículos habitualmente ya sabéis lo que es un balanceador de carga, especialmente los de peticiones HTTP; en especial conocemos nginx y haproxy. La parte mala de estos servicios es que la configuración es estática e inmutable, y en un mundo cloud, eso no es lo ideal.
Ya vimos que consul nos permitía mantener una foto del estado de nuestros servidores y de los servicios que corren en ellos. Es todavía más importante cuando contamos con varios servidores, y todos declaran sus partes a un servidor central, de forma que tenemos una foto global de la situación.
Hace poco me topé con una excelente pieza de software llamada Consul. Se trata de un binario que proporciona varios servicios: node autodiscovery, service autodiscovery, health checking y almacén de valores key-value. Todo ello mostrado en una interfaz web y suministrando un servidor DNS y una API que podemos usar.