Los que leéis de vez en cuando este blog ya sabéis que tengo especial predilección por Python y Docker, con el que utilizo la versión “alpine” de las imágenes siempre que puedo. Al menos eso es lo que pensaba hasta hace poco tiempo, cuando la librería musl libc me dejó tirado.
Hace unos días salió la release 3.8 de Alpine Linux. Por problemas varios en el build, la imagen de docker se hizo esperar bastante, y como la paciencia no es una de mis virtudes, decidí darle un intento en una máquina virtual Virtualbox, quedando gratamente complacido con el resultado obtenido.